- Desde
afuera pocos lo advierten pero en los altos círculos del PRI se murmura: Peña es un peligro para su propio
partido y ha dilapidado en pocos meses el (mal habido) capital político del partido tricolor.
En el fondo de su corazoncito de dinosaurios, muchos priistas de altísimo
nivel desearían que los rumores sobre la mala salud del Presidente fuesen verdaderos.
- En
secreto, el Secretario de Gobernación Osorio Chong se queja de que no se
la permitido actuar. Lo tienen atado de manos. Luis Videgaray, secretario
de Hacienda, es el verdadero primer ministro. Para muestra basta un botón:
el comisionado presidencial en Michoacán es persona de Videgaray.
- Los
priistas más astutos, la vieja guardia, está escandalizada por la torpeza
de Peña en las licitaciones de infraestructura: el acueducto Monterrey, el
tren bala a Querétaro, el aeropuerto del DF. “Se vale robar….”, piensan
los dinosaurios para sus adentros, “pero hay que saberlo hacerlo”. La Casa
Blanca de Peña y la Casa Malinalco de Videgaray dejaron un rastro claro. Grupo Higa y sus cómplices
fueron voraces y torpes. El escándalo obligó al mismísimo Príncipe a dar
inverosímiles explicaciones desde Los Pinos.
- Peña
y Videgaray han favorecido descaradamente los interés de unos cuantos
empresarios. Al resto se le marginó de la repartición del pastel. La
reforma fiscal los dañó, no se les invitó al festín presupuestal y se les
han retirado algunos privilegios. Mientras tanto, el selecto grupo de
amigos del Secretario de Hacienda se sirve con la cuchara grande en el
banquete nacional. La vieja guardia priista se da cuenta del error. El
Presidente está en las manos de unos pocos empresarios y, para colmó, se
enemistó con otros, también poderosos. El Tlatoani de Los Pinos ya no es
un árbitro supremo entre los empresarios, sino el representante de algunos
de ellos.
- Los
priistas se quejan de que Peña desmanteló la principal aportación del PRI
a México: la despolitización del Ejército. Los Secretarios de la Defensa y
de Marina opinan de política por cadena nacional, mientras el Presidente
viaja por el extranjero. El poder los civiles está disminuido. El viejo
PRI sabe que con los militares no se juega.
- Peña
intentó restaurar el centralismo sin advertir que los tiempos han
cambiado. Para bien o para mal, el federalismo se fortaleció durante los
sexenios panistas. Peña intenta recortar el poder de los gobernadores. Los
gobernadores del tricolor aceptaron el regreso del centralismo a
regañadientes, porque la disciplina es crucial en el PRI. Pero la ofensa está
ahí, guardada en el corazón.
- En
el PRI se mira con recelo al Partido Verde, en especial al ambicioso
gobernador de Chiapas. Los priistas opinan que se ha sobrevalorado la
contribución de los comparsas verdes. Se les da mucho y se recibe poco a
cambio. Ciertamente el PRI los necesita, pero no tanto como para darles la
Presidencia.
- La
reforma educativa fue un rotundo fracaso. Se trató, en la práctica, de un
vulgar ajuste de cuentas en contra de Gordillo, la cabeza del sindicato de
maestros. Este golpe fue aprobado por el PRI; no obstante, el desgaste que
ha pagado el tricolor fue desproporcionado. Hubiese bastado con cortar una
cabeza. Ahora el Partido, enemistado con el magisterio, debe pagar por una
reforma fallida.
- ¿La
reforma energética? El costo que está pagando el PRI es enorme. Para
colmo, el equipo de Videgaray desestimó la inminente crisis del precio del
petróleo. Desde hace varios años era bien sabido que Estados Unidos podría
disponer de sus reservas de petróleo shale.
De hecho, el cacareado argumento para aprobar la reforma energética fue
precisamente ese. Gracias a la reforma México podría disponer de las
enormes reservas que comparte en la frontera con EU (sic). ¿Nadie advirtió que el incremento de reservas desestabilizaría
el mercado de petróleo?
- Muchos en el PRI piden la cabeza de
Videgaray. Peña está tentado a entregarla. Sin embargo, perdería el alma
de su gobierno, a su hombre de confianza, a su consejero, su confidente,
su apoderado
- A
pesar de todo, el PRI ha jugado bien sus cartas. El desprestigio de la
política es universal: PAN, PRD. Los ciudadanos están asqueados. La
desesperanza será la mejor aliada del PRI en las próximas elecciones.
- Los grandes ausente en este cálculo político somos nosotros, los ciudadanos de a pie. Sólo importamos el día de las votaciones. Somos carne cañón, víctimas de la voracidad de nuestros gobernantes. “Vivir fuera del presupuesto es vivir en el error”, dijo uno de ellos.
@hzagal
Sapere aude! ¡Atrévete a saber!
Me urge un punto número 13, mi querido filósofo favorito.... Alguna Salida ante tantas duras verdades seguidas.... Aunque sea para poder domirrrrr.... Saludos afectuosos
ResponderEliminarHola Lucina... me parece que, por lo pronto, escribir y criticar contiene los excesos del poder. Este es el camino: rendición de cuentas...
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