martes, 30 de diciembre de 2014

Peña contra el PRI




  1. Desde afuera pocos lo advierten pero en los altos círculos del PRI se murmura: Peña es un peligro para su propio partido y ha dilapidado en pocos meses el (mal habido) capital político del partido tricolor. En el fondo de su corazoncito de dinosaurios, muchos priistas de altísimo nivel desearían que los rumores sobre la mala salud del Presidente fuesen verdaderos.
  2. En secreto, el Secretario de Gobernación Osorio Chong se queja de que no se la permitido actuar. Lo tienen atado de manos. Luis Videgaray, secretario de Hacienda, es el verdadero primer ministro. Para muestra basta un botón: el comisionado presidencial en Michoacán es persona de Videgaray.
  3. Los priistas más astutos, la vieja guardia, está escandalizada por la torpeza de Peña en las licitaciones de infraestructura: el acueducto Monterrey, el tren bala a Querétaro, el aeropuerto del DF. “Se vale robar….”, piensan los dinosaurios para sus adentros, “pero hay que saberlo hacerlo”. La Casa Blanca de Peña y la Casa Malinalco de Videgaray dejaron un  rastro claro. Grupo Higa y sus cómplices fueron voraces y torpes. El escándalo obligó al mismísimo Príncipe a dar inverosímiles explicaciones desde Los Pinos.
  4. Peña y Videgaray han favorecido descaradamente los interés de unos cuantos empresarios. Al resto se le marginó de la repartición del pastel. La reforma fiscal los dañó, no se les invitó al festín presupuestal y se les han retirado algunos privilegios. Mientras tanto, el selecto grupo de amigos del Secretario de Hacienda se sirve con la cuchara grande en el banquete nacional. La vieja guardia priista se da cuenta del error. El Presidente está en las manos de unos pocos empresarios y, para colmó, se enemistó con otros, también poderosos. El Tlatoani de Los Pinos ya no es un árbitro supremo entre los empresarios, sino el representante de algunos de ellos.
  5. Los priistas se quejan de que Peña desmanteló la principal aportación del PRI a México: la despolitización del Ejército. Los Secretarios de la Defensa y de Marina opinan de política por cadena nacional, mientras el Presidente viaja por el extranjero. El poder los civiles está disminuido. El viejo PRI sabe que con los militares no se juega.
  6. Peña intentó restaurar el centralismo sin advertir que los tiempos han cambiado. Para bien o para mal, el federalismo se fortaleció durante los sexenios panistas. Peña intenta recortar el poder de los gobernadores. Los gobernadores del tricolor aceptaron el regreso del centralismo a regañadientes, porque la disciplina es crucial en el PRI. Pero la ofensa está ahí, guardada en el corazón.
  7. En el PRI se mira con recelo al Partido Verde, en especial al ambicioso gobernador de Chiapas. Los priistas opinan que se ha sobrevalorado la contribución de los comparsas verdes. Se les da mucho y se recibe poco a cambio. Ciertamente el PRI los necesita, pero no tanto como para darles la Presidencia.
  8. La reforma educativa fue un rotundo fracaso. Se trató, en la práctica, de un vulgar ajuste de cuentas en contra de Gordillo, la cabeza del sindicato de maestros. Este golpe fue aprobado por el PRI; no obstante, el desgaste que ha pagado el tricolor fue desproporcionado. Hubiese bastado con cortar una cabeza. Ahora el Partido, enemistado con el magisterio, debe pagar por una reforma fallida.
  9. ¿La reforma energética? El costo que está pagando el PRI es enorme. Para colmo, el equipo de Videgaray desestimó la inminente crisis del precio del petróleo. Desde hace varios años era bien sabido que Estados Unidos podría disponer de sus reservas de petróleo shale. De hecho, el cacareado argumento para aprobar la reforma energética fue precisamente ese. Gracias a la reforma México podría disponer de las enormes reservas que comparte en la frontera con EU (sic). ¿Nadie advirtió que el incremento de reservas desestabilizaría el mercado de petróleo?
  10.  Muchos en el PRI piden la cabeza de Videgaray. Peña está tentado a entregarla. Sin embargo, perdería el alma de su gobierno, a su hombre de confianza, a su consejero, su confidente, su apoderado
  11. A pesar de todo, el PRI ha jugado bien sus cartas. El desprestigio de la política es universal: PAN, PRD. Los ciudadanos están asqueados. La desesperanza será la mejor aliada del PRI en las próximas elecciones.
  12.  Los grandes ausente en este cálculo político somos nosotros, los ciudadanos de a pie. Sólo importamos el día de las votaciones. Somos carne cañón, víctimas de la voracidad de nuestros gobernantes. “Vivir fuera del presupuesto es vivir en el error”, dijo uno de ellos. 
@hzagal
Sapere aude! ¡Atrévete a saber!


jueves, 11 de diciembre de 2014

Los militares nos regañan

Los militares están muy enojados, porque sienten que los mexicanos no reconocemos su esfuerzo. Mientras el Presidente Peña viaja y habla en foros y cumbres internacionales sobre las maravillas de México, el Ejército y la Armada toman la palabra para regañarnos. Este protagonismo político de las fuerzas armadas es algo gravísimo, es un foco rojo.

En su mensaje de fin de año, el general Cienfuegos, Secretario de Defensa, arremetió: "la mentira, el reproche, la crítica infundada, la violencia y la intolerancia poco abonan, debemos unirnos para hacer frente a la adversidad. Sólo el esfuerzo convergente de todos los mexicanos, de la sociedad, permitirán un México en paz y seguro". La molestia del general era evidente. ¿A qué críticas infundadas se refiere? ¿A qué intolerancia?

Ayer, el almirante Soberón, Secretario de Marina, fue más duro. Palabras más, palabras menos, ninguneó a los padres de los normalistas desparecidos. En su opinión, son gente “humilde”, manipulables, incapaces de opinar de política. En cambio, él sí que sabe de política. En Guerrero, afirmo, sí hay condiciones para los comicios. Tal declaración es muy grave por dos motivos. Primero, porque descalifica a los familiares de los desparecidos a quienes considera títeres. Segundo, porque se pronunció sobre una materia que no le compete. Al Almirante no le corresponde calificar si hay condiciones para las elecciones en aquel estado.

Por si fuese poco, el almirante Soberón eximió al gobierno de Peña en Iguala. Todo fue culpa de la autoridad municipal y estatal. La Federación no es corresponsable. Curiosa manera de repartir responsabilidades. Los mexicanos de a pie debemos reconocer nuestra corresponsabilidad, pero el Gobierno  Federal no asume su parte en Ayotzinapa.

Hace unos días, escuché a una académica experta en temas militares. Su discurso me aterró. Guerrero se encuentra tomado por el narco y la guerrilla. Los militares lo saben y están luchando contra ellos. A continuación criticó a la Normal de Ayontiznapa por enseñar marxismo; “escuela de resentimiento”, dijo. Usó una retórica perversa; sugirió que las víctimas eran revolucionarios peligrosos…

Si los Secretarios de Defensa y de Marina se atrevieron a dar esos mensajes con autorización del Presidente, tenemos un problema grave. Los militares se han convertido en los portavoces de Peña. Es intimidación y amenaza. Si los Secretarios hablaron por cuenta propia, sin el visto bueno de Peña, estamos ante un problema mayor: los militares están tomando el control de la política. En cualquier caso, no debemos callar. Ninguna institución es impecable, impoluta, intocable. La crítica es la manera democrática de contener el poder.

Sapere aude! ¡Atrévete a saber!

@hzagal