Los militares están muy enojados,
porque sienten que los mexicanos no reconocemos su esfuerzo. Mientras el
Presidente Peña viaja y habla en foros y cumbres internacionales sobre las
maravillas de México, el Ejército y la Armada toman la palabra para regañarnos.
Este protagonismo político de las fuerzas armadas es algo gravísimo, es un foco
rojo.
En su mensaje de fin de año, el
general Cienfuegos, Secretario de Defensa, arremetió: "la mentira, el reproche, la
crítica infundada, la violencia y la intolerancia poco abonan, debemos unirnos
para hacer frente a la adversidad. Sólo el esfuerzo convergente de todos los
mexicanos, de la sociedad, permitirán un México en paz y seguro". La
molestia del general era evidente. ¿A qué críticas infundadas se refiere? ¿A
qué intolerancia?
Ayer, el almirante Soberón,
Secretario de Marina, fue más duro. Palabras más, palabras menos, ninguneó a
los padres de los normalistas desparecidos. En su opinión, son gente “humilde”,
manipulables, incapaces de opinar de política. En cambio, él sí que sabe de
política. En Guerrero, afirmo, sí hay condiciones para los comicios. Tal
declaración es muy grave por dos motivos. Primero, porque descalifica a los
familiares de los desparecidos a quienes considera títeres. Segundo, porque se pronunció
sobre una materia que no le compete. Al Almirante no le corresponde calificar
si hay condiciones para las elecciones en aquel estado.
Por si fuese poco, el almirante
Soberón eximió al gobierno de Peña en Iguala. Todo fue culpa de la autoridad
municipal y estatal. La Federación no es corresponsable. Curiosa manera de
repartir responsabilidades. Los mexicanos de a pie debemos reconocer nuestra
corresponsabilidad, pero el Gobierno
Federal no asume su parte en Ayotzinapa.
Hace unos días, escuché a una
académica experta en temas militares. Su discurso me aterró. Guerrero se
encuentra tomado por el narco y la guerrilla. Los militares lo saben y están
luchando contra ellos. A continuación criticó a la Normal de Ayontiznapa por
enseñar marxismo; “escuela de resentimiento”, dijo. Usó una retórica perversa;
sugirió que las víctimas eran revolucionarios peligrosos…
Si los Secretarios de Defensa y
de Marina se atrevieron a dar esos mensajes con autorización del Presidente,
tenemos un problema grave. Los militares se han convertido en los portavoces de
Peña. Es intimidación y amenaza. Si los Secretarios hablaron por cuenta propia,
sin el visto bueno de Peña, estamos ante un problema mayor: los militares están
tomando el control de la política. En cualquier caso, no debemos callar.
Ninguna institución es impecable, impoluta, intocable. La crítica es la manera
democrática de contener el poder.
Sapere aude! ¡Atrévete a saber!
@hzagal
También se me hacen muy extraño los mensajes de las fuerzas armadas. Soy partidario de la participación libre en política por parte de los militares y los religiosos (como cualquier país demócrata donde todos tienen la misma calidad de ciudadanía), pero en México, en el que hoy vivimos, un mensaje en esas condiciones verdaderamente lo entiendo como un #YaMeCanséDeSu#YaMeCansé , una especie de amenaza severa desde pinos. Lo peor es que la gente no va a salir a votar por ese desencanto político que se ha gestado, y con ello siempre gana el PRI.
ResponderEliminarAsí es. El PRI apuesta al desencanto
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